Friday, July 29, 2005

Ah, Demóstenes! (Wole Soyinka)

Me llenaré la boca de piedritas
Demóstenes
No para ahogarme, sino mitad delfín, mitad
Pez martillo de aguas profundas
Cabalgar en las olas embestir contra los rompientes
Que erigen,
Machacar los impedimentos del poder e inundar
Sus torres corrompidas:
Me llenaré la boca de piedritas.

Pondré ortigas en mi lengua
Demóstenes
Y luego frustraré su retracción punzante. Ah,
Que me queme de los pies a la cabeza
Que en cada poro tenga sarpullidos
Para que marchite el poder del tirano
Con una descarga
Pondré ortigas en mi lengua.

¿Pero ha oído hablar del werepe
Demóstenes?
Ni siquiera toda su estoica calma puede apagar
Los abrasadores pelos de esa vaina infernal.
Hace que una reina corra desnuda por el mundo
Una comezón que le dice al mundo que su carne
Está putamente enferma:
Pondré werepe en todas las lenguas.

Pondré un poco de veneno de ratas en mi lengua
Demóstenes
Para picar a los roedores con el beso de la muerte.
Decidiré su destino en túneles oscuros y húmedos
Como habitaciones de sus rehenes
Privados de aire, privados de esa misma luz
Entre sus manos ahuecadas para sumergir su mundo
Pondré un poco de veneno de ratas en mi lengua.

Me meteré todos los dedos en la garganta
Demóstenes
Para sacarme un chorro de bilis y ahogar al mundo.
Está petrificado, Demóstenes, puras formas
Usurpan los corazones que conocíamos, puras raspaduras.
Este tartamudeo no se convierte en el mundo,
Esta lengua de millones fugitivos de la verdad:
Me meteré todos los dedos en la garganta.

Dejaré que pase la cicuta
Demóstenes
-Ah, no entre mis labios- he compartido
Su fina disolución en un sinnúmero de gargantas
De acuerdo con aquel sabio agnóstico.
No tartamudeaban como el mundo que dejaron
-Y yo sé por qué-
¡Sus vidas se consumieron con piedritas calientes
En sus lenguas Demóstenes!

Traducción de Nicolás Suescún

Más breve (León de Greiff)

No te me vas que apenas te me llegas,
leve ilusión de ensueño, densa, intensa flor viva.

Mi ardido corazón, para las siegas
duro es y audaz...; para el dominio, blando...

Mi ardido corazón a la deriva...
No te me vas, apenas en llegando.

Si te me vas, si te me fuiste...: cuando
regreses, volverás aún más lasciva
y me hallarás, lascivo, te esperando...

Mi pobre amor se está yendo (León de Greiff)



Mi pobre amor se está yendo...
yo me quedaré llorando...
La lluvia, leve, cayendo;
una nube, allá, glisando...
Mi pobre amor se está yendo.
Lejos, muy lejos!,
soñandola dulce amada,
y tejiendosu ilusión, me va matando...
Mi pobre amor se está yendo...
¿Qué pasa, que nada entiendo?
Qué pena se va a acercando?
La lluvia, leve, cayendo...
Una nube, allá, glisando...
La dulce amada tejiendo
su ilusión, que voy matando!
Mi pobre amor se está yendo...
Yo me quedaré llorando!

Ulises (Pablo Montoya)

Pablo Montoya es un brillante escritor colombiano y este poema es extraído de su libro Viajeros.


Imagino a Ítaca como un cuenco de agua próximo a mi rostro cuarteado. Dispuesta a un deseo que guardo desde los días del gigantesco equino. Trato de saberla, mientras vago solitario bajo el sol de las sirenas, luminosa como los ojos de Telémaco, suave como la piel de quien teje la melancolía. Pero a veces es un espeso sueño entre mis sueños, donde la traición es el manto que se hilvana. Una trama de crímenes en mi contra, la fidelidad de un porquerizo, una esposa que reclama por la ausencia. Y yo, el astuto, el que conoce la morada de los muertos, el filo de este ponto insular, caminando por Ítaca, que se resiste a creer que sou Ulises, su hijo de siempre.